El hielo marino antártico, que normalmente se reduce a sus niveles más bajos a fines de febrero y se reconstruye durante el invierno, no ha vuelto a los niveles esperados este año.
Los científicos están desconcertados por la pérdida de una cantidad de hielo marino en la Antártida equivalente al tamaño de Argentina, un fenómeno sin precedentes que ha ocurrido mientras el hemisferio norte sufre una ola de calor récord. El hielo marino antártico, que normalmente se reduce a sus niveles más bajos a fines de febrero y se reconstruye durante el invierno, no ha vuelto a los niveles esperados este año. De hecho, se encuentra en su nivel más bajo para esta época del año desde que comenzaron los registros hace 45 años.
La Antártida, un continente cubierto de hielo rodeado por el océano, posee el 90 % del hielo mundial. Esta cobertura, denominada “manto de hielo”, es una masa de hielo de origen terrestre formada como resultado de la acumulación y de la compactación de la nieve durante miles de años. La extensión del hielo marino antártico batió un récord mínimo el pasado 13 de febrero.
La Antártida no se ha librado del cambio climático. Más bien al contrario. En un contexto de calentamiento global, el aumento de la temperatura a altas latitudes es más fuerte que el aumento de la temperatura media global. A este fenómeno se le conoce con el nombre de “amplificación polar”.