El féretro del pontífice argentino ya descansa en el Vaticano, donde una multitud se congregó en un emotivo homenaje que recorre el mundo entero.
El mundo despide a una figura histórica. El féretro del Papa Francisco fue colocado en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, donde miles de fieles se acercan para rendirle homenaje en un clima de recogimiento y profundo respeto. La imagen del líder religioso argentino, querido en todo el planeta por su sencillez y compromiso social, sigue conmoviendo incluso tras su partida.
Desde tempranas horas del día, columnas de personas comenzaron a acercarse al templo más emblemático de la cristiandad. Con flores, banderas y silencios cargados de emoción, los fieles formaron largas filas para tener un último momento frente al Papa que supo ganarse un lugar en la historia no solo de la Iglesia, sino también del pueblo.
El ambiente en el Vaticano es solemne. La Basílica, cuidadosamente preparada para la ocasión, luce adornos litúrgicos sobrios, y la seguridad se ha reforzado debido a la magnitud del evento. Líderes políticos y religiosos de distintos rincones del mundo confirmaron su presencia para el funeral, que se espera sea multitudinario y globalmente televisado.
Francisco, el primer Papa latinoamericano, marcó un pontificado signado por la cercanía con los pobres, su mensaje de paz y su incansable búsqueda de diálogo entre culturas y religiones. Su figura rompió moldes dentro del Vaticano y dejó una huella imborrable en millones de personas que hoy lo recuerdan con cariño y admiración.
El adiós al Papa Francisco se vive con un profundo sentimiento colectivo. En Argentina, su país natal, se organizan misas y homenajes en distintos puntos del país, mientras el mundo entero despide al pontífice que llevó el espíritu del sur al corazón de Roma.