En su primer discurso como pontífice, el sucesor de Francisco reclamó una paz justa en Ucrania, un alto el fuego en Gaza y lanzó un mensaje urgente: «Nunca más guerra».
En un mensaje contundente ante el mundo, el papa León XIV pronunció su primer discurso como líder de la Iglesia Católica con un llamado urgente a la paz global. El nuevo pontífice advirtió sobre el peligro de una Tercera Guerra Mundial y reclamó el cese inmediato de los conflictos en Ucrania y Gaza.
Desde el Vaticano, León XIV —elegido hace apenas unos días tras la renuncia de Francisco— expresó su “profunda preocupación” por la escalada bélica y el sufrimiento de civiles inocentes. “Una paz justa no es rendición, es reconciliación”, afirmó, en lo que fue interpretado como una fuerte apelación tanto a líderes políticos como a las potencias involucradas.
Particularmente, el papa exigió un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, donde los enfrentamientos entre Israel y grupos armados palestinos continúan dejando víctimas. También pidió que se retomen las negociaciones diplomáticas en el conflicto entre Rusia y Ucrania, al que calificó como “una herida abierta en el corazón de Europa”.
El discurso incluyó una mención directa al riesgo de una nueva guerra global: “Estamos más cerca de la autodestrucción que nunca. No hay victoria posible en la barbarie”. La frase fue recogida por medios internacionales como uno de los momentos más impactantes de la alocución papal.
León XIV, de origen europeo y con una trayectoria pastoral enfocada en derechos humanos, parece marcar una continuidad con el estilo austero y comprometido de su antecesor, pero con un tono más firme frente a los conflictos internacionales. Su mensaje fue recibido con atención por líderes políticos, religiosos y ciudadanos de todo el mundo.