El dato surge del informe de la Dirección General de Estadística y Censos porteña, que también midió un aumento del 11,2% en la canasta básica total respecto de febrero.
La crisis económica sigue impactando con fuerza en el bolsillo de los hogares. En marzo, una familia tipo residente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires necesitó ingresos por al menos $1.147.000 para no ser considerada pobre, según el último informe de la Dirección General de Estadística y Censos de CABA. La cifra representa un incremento del 11,2% respecto al mes anterior y refleja el deterioro constante del poder adquisitivo.
El estudio se basa en una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores. Para no caer en la indigencia, este mismo grupo familiar debió contar con ingresos superiores a $652.000, monto correspondiente al valor de la Canasta Básica Alimentaria (CBA). El dato revela una aceleración de precios en bienes esenciales, especialmente alimentos, que se volvieron aún más inaccesibles para vastos sectores sociales.
Las cifras muestran un fuerte contraste con la evolución de los salarios, que vienen perdiendo la carrera contra la inflación. Además, el informe porteño destaca que la línea de pobreza para un hogar de estas características casi se duplicó en los últimos seis meses, un fenómeno que afecta principalmente a los trabajadores informales y a quienes dependen de ingresos variables.
Este panorama se da en un contexto de profundas transformaciones económicas, con el reciente levantamiento del cepo cambiario y una inflación que si bien desaceleró en marzo, sigue en niveles muy elevados. A esto se suma la incertidumbre sobre el impacto real de las medidas anunciadas por el Gobierno nacional y las perspectivas de estabilización en el corto plazo.
La situación en CABA es un reflejo de lo que ocurre en otras zonas urbanas del país, aunque en la capital los valores suelen estar por encima del promedio nacional. La suba sostenida de las canastas básicas pone de manifiesto la urgencia de políticas que apunten a recomponer el poder de compra y contener la creciente desigualdad social.